Bueno es que algunas veces nos sucedan cosas adversas y vengan contrariedades, porque suelen atraer al corazón del hombre, para que se conozca desterrado y no ponga su esperanza en cosa alguna del mundo.
Bueno es que a veces tengamos contradicciones y que sientan de nosotros mal e imperfectamente, aunque hagamos bien y tengamos buena intención.
Estas cosas ayudan a la humildad y nos defienden de la vanagloria. Porque entonces mejor buscamos a Dios por testigo interior, cuando por fuera somos despreciados de los hombres, y no nos dan crédito.
Por eso si uno se afirma de tal manera en Dios, que no le es necesario buscar muchas ayudas humanas.
Por eso si uno se afirma de tal manera en Dios, que no le es necesario buscar muchas ayudas humanas.
Cuando el hombre es atribulado, o tentado, o afligido con malos pensamientos; entonces conoce tener de Dios mayor necesidad, experimentando que sin EI no puede nada bueno.
Entonces también se entristece, gime y ora a Dios por las miserias que padece.
Es cuando conoce que no puede haber en el mundo perfecta seguridad ni cumplida paz.
Tomás Kempis - Imitación de Cristo
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