Maravilloso ser humano que camina sobre la Tierra
Con los ojos cubiertos de pesados velos caminamos a la otra realidad,
Olvidamos por un tiempo quiénes somos en el más allá.
Y jugamos en el escenario de la Tierra como niños, como sabios, como locos. Siempre encarnados en esta materia e inmersos en la rica trama de este argumento genial.
siempre enlazados a lo invisible, a lo intangible, que como una onda de fuerza implacable sopla indomable sobre nuestro interior.
Aveces es brisa cálida que limpia y sana pero por momentos
Con los ojos cubiertos de pesados velos caminamos a la otra realidad,
Olvidamos por un tiempo quiénes somos en el más allá.
Y jugamos en el escenario de la Tierra como niños, como sabios, como locos. Siempre encarnados en esta materia e inmersos en la rica trama de este argumento genial.
siempre enlazados a lo invisible, a lo intangible, que como una onda de fuerza implacable sopla indomable sobre nuestro interior.
Aveces es brisa cálida que limpia y sana pero por momentos
es el fuego agresivo
Nuestras emociones nos invaden.
Un vendaval inesperado hace remolinear nuestros pensamientos al tiempo que sacude nuestros cimientos.
Como nubes ocultan el sol interior dejándonos casi despojados de la luz que nos guía.
Es miedo, es tristeza o una ráfaga de furia nos arranca del quieto centro y ahora giramos en los extremos de una espiral.
¿Cómo puede el frágil humano ganar una batalla tan desigual?
El viaje es largo y emotivo paisaje terrenal; con caídas, desvaríos e igual cúmulo de aciertos y destellos.
Y el niño busca la ansiada salida del laberinto emocional.
Hay un cielo, hay un manantial, pero en la espesura del bosque parece un paraíso imposible de alcanzar.
El Sol es algo tan elevado, que sólo con alas se podría tocar.
Así en las sombras de esta ilusión se cree pequeño y vulnerable,
Pero en el despertar de su conciencia, en el resurgir de una nueva visión, es tanta la compasión y el amor que las emociones quedan bajo su poder y control.
Y de ellas obtiene su preciado regalo.
cuando miramos a nuestras emociones con este nuevo poder y las amamos, ellas se calman y muestran su mansedumbre y su entrega.
Entonces el cielo se vuelve tan azul y tan claro…
abrazando ahora una Tierra traslúcida con la faz de una bella mujer.
El alma goza del juego con alegría y pasión.
Las nubes blancas son etéreas, como de hilos de seda.
Todo es sublime.
Todo suena armónico y bello como una Vida que Vibra
En una dulce canción.
Un vendaval inesperado hace remolinear nuestros pensamientos al tiempo que sacude nuestros cimientos.
Como nubes ocultan el sol interior dejándonos casi despojados de la luz que nos guía.
Es miedo, es tristeza o una ráfaga de furia nos arranca del quieto centro y ahora giramos en los extremos de una espiral.
¿Cómo puede el frágil humano ganar una batalla tan desigual?
El viaje es largo y emotivo paisaje terrenal; con caídas, desvaríos e igual cúmulo de aciertos y destellos.
Y el niño busca la ansiada salida del laberinto emocional.
Hay un cielo, hay un manantial, pero en la espesura del bosque parece un paraíso imposible de alcanzar.
El Sol es algo tan elevado, que sólo con alas se podría tocar.
Así en las sombras de esta ilusión se cree pequeño y vulnerable,
Pero en el despertar de su conciencia, en el resurgir de una nueva visión, es tanta la compasión y el amor que las emociones quedan bajo su poder y control.
Y de ellas obtiene su preciado regalo.
cuando miramos a nuestras emociones con este nuevo poder y las amamos, ellas se calman y muestran su mansedumbre y su entrega.
Entonces el cielo se vuelve tan azul y tan claro…
abrazando ahora una Tierra traslúcida con la faz de una bella mujer.
El alma goza del juego con alegría y pasión.
Las nubes blancas son etéreas, como de hilos de seda.
Todo es sublime.
Todo suena armónico y bello como una Vida que Vibra
En una dulce canción.
Saludito Muy Luminoso
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