28.5.10


Llegó la hora de aguzar nuestras capacidades para prestar atención
a la información inquietante que afluye en estos tiempos.
Está bien que nuestras mentes se inquieten.....¿Por qué?

Porque la inquietud de la mente es el proceso de desconstrucción
de una realidad que considerábamos sólida como una roca.
Las respuestas que buscamos a las preguntas de todos los días no se
alejan de la búsqueda de explicaciones acerca de hechos que
desafían a nuestra mente racional.

La curación que necesita el planeta depende
de nuestra capacidad para abrirnos a las realidades de la vida
después de la vida, o planos espiritua­les de existencia que ya están
en comunicación con nosotros, y para comprender que esas
dimensiones están interrelacionadas con nuestras conciencias.

Por lo tanto, los in­terrogantes cotidianos
referidos a cómo vivir nuestra vida y cómo ser­vir al planeta
se desprenderán de nuestra atención a los mensajes que captemos
a partir de nuestra intuición y de las coincidencias que nos lleven
hacia el nuevo pensamiento.

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