La primera prioridad en la vida es ser consecuente al principio creativo dentro
de ti mismo -reconocer que tienes el regalo de la vida y ser un guardián
de ese regalo.

¿Cómo estar seguro de tu propósito?
Mira lo que viene fácilmente.
¿Cuáles son los dones que más fácilmente se manifiestan en tu vida
en este momento?
¿Cuáles son las áreas donde te sientes llamado a trabajar?
¿Hay habilidades ahí, o no?
¿Cuándo sientes más claramente el flujo de energía?
¿En qué lugar y haciendo qué cosas te sientes cómodo?

A medida que analicemos esas energías, -la sensación de plenitud y
relajación, fortaleza o debilidad-, vamos a ser más capaces de tomar una
determinación clara de cuales son nuestras habilidades particulares y
qué áreas vamos a desarrollar más en nuestra vida.

A veces tenemos cuatro o cinco propósitos.
Algunas personas realizan muchos logros.
Otras, lentamente, casi en secreto y luego de años, cuando la gente ha
olvidado que la semilla estaba plantada allí, florece.

Comprendamos nuestro propósito de vida y el desarrollo de nuestra
propia visión.

La persona sabia va la cuestión, examinando el corazón de su propia naturaleza.