* El Maestro observó en silencio a cada uno de los asistentes y comenzó a decirles:
No he venido a decirles tan sólo palabras, que con el tiempo se esfuman y se borran como las hojas secas en invierno.
He venido a darles vida con mi aliento, animarlos en este tiempo,
en que hasta la misma hermana Naturaleza, pronto se resistirá a dar fruto.
No he venido a darles normas, ni a pedirles que crean hacia afuera,
inundando de goce los templos y las plazas.
He venido a decirles que su templo está en su corazón y
que la plegaria es su trabajo y la entrega sincera que hagan hacia las necesidades
No he venido a prometerles grandes cosas,
ni a llenar de ilusiones el corazón ni de fantasías la cabeza.
He venido a decirles que la puerta del Tiempo se ha abierto y ha dicho:
Demos entrada al período en que el hombre tome con-ciencia de la Humanidad
y se olvide de sí mismo para encontrarse en todos sus seres.
Benditos son aquellos que abren este camino
y lo recorren con los pies descalzos de la humildad.
Ellos siembran la nueva semilla que prepara a la Escuela del Mundo
para recibir al Hombre Nuevo.
No he venido a sanar los cuerpos dañados por el tiempo
He venido a limpiar las alas blancas de las almas
y enseñarles a volar.
A dar fuerza, para que las cargas se hagan más livianas.
Armonía...Amor ...buscar la PAZ y cuidarla..
Eran muchos los peregrinos que venían a buscar en la palabra..
la Paz
Algunos buscaban el consuelo de sus corazones
y el aleteo de sus espíritus porque el viento esparcía por los campos
la voz del Enviado de los Cielos.
Y otros esperando su palabra como si fuese la misma Estrella de la Mañana.
Más El los levantaba diciendo:
Hijos de la Luna y el Sol, no se confundan.
Mejor despierten los altares que duermen en sus corazones y límpienlos
y cuando se unan uno a uno todos, verdad es que hasta el propio Padre bajará halagado.
No se duerman en el egoísmo, porque es su mayor enemigo.
Vénzanlo y trascenderán como lo hacen las aves del cielo...
Saluditos muy luminosos, lita
No he venido a decirles tan sólo palabras, que con el tiempo se esfuman y se borran como las hojas secas en invierno.
He venido a darles vida con mi aliento, animarlos en este tiempo,
en que hasta la misma hermana Naturaleza, pronto se resistirá a dar fruto.
No he venido a darles normas, ni a pedirles que crean hacia afuera,
inundando de goce los templos y las plazas.
He venido a decirles que su templo está en su corazón y
que la plegaria es su trabajo y la entrega sincera que hagan hacia las necesidades
No he venido a prometerles grandes cosas,
ni a llenar de ilusiones el corazón ni de fantasías la cabeza.
He venido a decirles que la puerta del Tiempo se ha abierto y ha dicho:
Demos entrada al período en que el hombre tome con-ciencia de la Humanidad
y se olvide de sí mismo para encontrarse en todos sus seres.
Benditos son aquellos que abren este camino
y lo recorren con los pies descalzos de la humildad.
Ellos siembran la nueva semilla que prepara a la Escuela del Mundo
para recibir al Hombre Nuevo.
No he venido a sanar los cuerpos dañados por el tiempo
He venido a limpiar las alas blancas de las almas
y enseñarles a volar.
A dar fuerza, para que las cargas se hagan más livianas.
Armonía...Amor ...buscar la PAZ y cuidarla..
Eran muchos los peregrinos que venían a buscar en la palabra..
la Paz
Algunos buscaban el consuelo de sus corazones
y el aleteo de sus espíritus porque el viento esparcía por los campos
la voz del Enviado de los Cielos.
Y otros esperando su palabra como si fuese la misma Estrella de la Mañana.
Más El los levantaba diciendo:
Hijos de la Luna y el Sol, no se confundan.
Mejor despierten los altares que duermen en sus corazones y límpienlos
y cuando se unan uno a uno todos, verdad es que hasta el propio Padre bajará halagado.
No se duerman en el egoísmo, porque es su mayor enemigo.
Vénzanlo y trascenderán como lo hacen las aves del cielo...
Saluditos muy luminosos, lita
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