9.9.10

Saludito de Viernes- Muy Buen Finde !!!





El sabio maestro decidió que todas las mañanas daría un paseo por el desierto
que comenzaba tras los límites de la ciudad.
En su primera caminata, vio a un hombre estirado sobre la arena, con la mano
acariciando el suelo y el oído pegado a tierra.

"estará cuerdo?", pensó...
Pero la escena se repitió todos los días, por lo que, pasado un mes, intrigado por
aquella conducta extraña, resolvió dirigirse a él.

Con mucha dificultad, ya que aún no hablaba árabe con fluidez, se arrodilló a su
lado y le preguntó:
- ¿Qué es lo que usted está haciendo?.

- * -Hago compañía al desierto, y lo consuelo por su soledad y sus lágrimas.
- No sabía que el desierto fuese capaz de llorar.

-*Llora todos los días, porque sueña con volverse útil para el hombre y
transformarse en un inmenso jardín, donde se puedan cultivar las flores y toda
clase de plantas y cereales.

- Pues dígale al desierto que él cumple bien su misión -comentó el sabio. ..

" Cada vez que camino por aquí, comprendo mejor la verdadera dimensión del
ser humano, pues su espacio abierto me permite ver lo pequeños que somos
ante Nuestro Creador.

Cuando contemplo sus arenas, imagino a las millones de personas en el mundo
que fueron criadas iguales, aunque no siempre el mundo sea justo con todas.
Sus montañas me ayudan a meditar.
Al ver el Sol naciendo en el horizonte, mi alma se llena de alegría, y me aproxima
al Creador.

El maestro dejó al hombre y volvió a sus quehaceres diarios.
.....Cual no fue su sorpresa al encontrarlo a la mañana siguiente en el mismo
lugar y en la misma posición....

- ¿Ya transmitió al desierto todo lo que le dije?- preguntó.
El hombre asintió con un movimiento de cabeza.

- ¿Y aún así continúa llorando?
- *-Puedo escuchar cada uno de sus sollozos. Ahora él llora porque pasó miles
de años pensando que era completamente inútil, desperdició todo ese tiempo
blasfemando contra Dios y su destino.

- Pues explíquele que, a pesar de que el ser humano tiene una vida mucho más
corta, también pasa muchos de sus días pensando que es inútil.
Rara vez descubre la razón de su destino, y casi siempre considera que Dios ha
sido injusto con él.
Cuando llega el momento en que, finalmente, algún acontecimiento le demuestra
por qué y para qué ha nacido, considera que es demasiado tarde para cambiar de
vida, .

-Y, al igual que el desierto, se culpa por el tiempo que perdió.
- *-No sé si el desierto me escuchará -dijo el hombre- El ya está acostumbrado
al dolor, y no consigue ver las cosas de otra manera.

- Entonces vamos a hacer lo que yo siempre hago cuando siento que las personas
han perdido la esperanza. Vamos a orar.
Ambos se arrodillaron orando; uno se giró en dirección a la Meca , el otro juntó las
manos en plegaria .
Cada uno rezó a su Dios, que siempre fue el mismo Dios, aunque las personas
insistieran en llamarlo con nombres diferentes.

Al día siguiente, cuando el sabio maestro retornó de su caminata matinal, el hombre
ya no estaba allí en el lugar donde acostumbraba a abrazar la arena, el suelo parecía
mojado, ya que había nacido una pequeña fuente.

En los meses subsiguientes, esta fuente creció y los habitantes de la ciudad
construyeron un pozo en torno a ella.
Los beduinos llaman al lugar "Pozo de las Lágrimas del Desierto".

Dicen que todo aquel que beba su agua conseguirá tranformar el motivo de su
penar en la razón de su alegría , y terminará encontrando su verdadero destino.
PAULO COELHO
Saludito Muyyy Luminoso

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